El proceso de divorcio es una situación compleja e implica un desgaste emocional importante. Más aún en el momento de decidir qué hacer con la propiedad compartida por la pareja. En el artículo de hoy vamos a intentar abordar los aspectos clave relacionados con el momento de vender un piso por divorcio, intentando resolver algunas de las dudas que quizás tengas si te encuentras en esta situación.
Cómo es el proceso de vender un piso por divorcio
Cuando una pareja decide divorciarse y tienen una vivienda familiar en común, una de las opciones a considerar es la venta de la casa.
El proceso puede variar en función de la situación específica de cada pareja y las leyes locales en cada caso. Sin embargo, seguir una serie de pasos puede facilitar la transición de la propiedad y asegurar que ambos cónyuges puedan avanzar con sus vidas de la mejor manera posible.
- Determinar el valor de la vivienda. Esto puede realizarse contratando a un tasador profesional o utilizando herramientas online para obtener una estimación precisa del valor de mercado del inmueble. Es importante que ambos cónyuges estén de acuerdo con el valor establecido para evitar conflictos más adelante en el proceso de venta.
- Contratar los servicios de una agencia inmobiliaria experimentada para ayudar con la venta. Es fundamental elegir una agencia con experiencia en la venta de propiedades en situaciones de divorcio, ya que pueden ofrecer orientación especializada y ayudar a mediar entre ambas partes en caso de desacuerdo.
- Negociar los términos de la transacción. Antes de poner la propiedad en el mercado, los cónyuges deben negociar y llegar a un acuerdo sobre los términos de la transacción. Esto puede incluir decisiones sobre el precio de venta, la distribución de los ingresos de la venta y cualquier otra consideración relevante, como el reparto de deudas hipotecarias o el pago de impuestos asociados a la venta.
- Cierre de la transacción. Una vez que se ha encontrado un comprador para la propiedad, se procede a la firma de documentos legales y la transferencia de la propiedad al nuevo propietario. Es importante que ambos cónyuges estén presentes durante el cierre de la transacción y que estén de acuerdo con los términos finales de la venta.
¿En un divorcio, quién se queda con la casa hipotecada?
Pero, ¿y si se decide no vender la propiedad? Hasta el momento de la venta, la deuda, a efectos legales, pertenece a ambos por igual. En caso de que uno dejase de pagar, la entidad financiera exigirá responsabilidad a la otra parte, quien se verá obligada a asumir la totalidad del pago.
En el caso de decidir no vender, y de que uno de los cónyuges desee quedarse con la vivienda, será necesario refinanciar la hipoteca para eliminar el nombre del otro cónyuge del préstamo. Llegado el caso, habrá que consultar las condiciones concretas de la entidad financiera.
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Vender un piso por divorcio cuando tiene hipoteca
Cuando se decide vender la vivienda por divorcio y este tiene una hipoteca pendiente, es importante tener en cuenta todos los detalles del préstamo hipotecario. Antes de proceder con la venta, es necesario informarse sobre cualquier penalización por pago anticipado que pueda existir y calcular el saldo pendiente del préstamo.
Además, se debe tener en cuenta que el precio de venta del inmueble cubra el saldo pendiente de la hipoteca, los costes de la venta y cualquier otra deuda asociada. En caso de obtener un saldo positivo de la operación, y estar ambos cónyuges en el préstamo hipotecario a partes iguales, podrán dividirse las ganancias.
¿Cómo se reparten los bienes en un divorcio en España?
En España, el régimen de gananciales es el régimen económico matrimonial predeterminado para las parejas casadas. Bajo este régimen, los bienes adquiridos durante el matrimonio se consideran propiedad común de ambos cónyuges y se dividen por igual en caso de divorcio.
Sin embargo, si la pareja ha optado por un régimen de separación de bienes, cada cónyuge conservará la propiedad de los bienes que hayan adquirido individualmente durante el matrimonio.
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Cómo se vende un piso por divorcio cuando la pareja tiene hijos menores de edad
La venta de la vivienda familiar por divorcio se vuelve aún más delicada cuando la pareja tiene hijos menores de edad.
En muchos casos, los padres deben elaborar un convenio regulador del divorcio que incluya disposiciones sobre la venta del inmueble y la distribución de los ingresos entre los padres y los hijos. Este convenio debe ser aprobado por un juez y reflejar el interés superior de los hijos en común.
Al elaborar el convenio regulador del divorcio y tomar decisiones sobre la venta de la vivienda familiar, los padres deben considerar cómo estas acciones afectarán a sus hijos. Se debe intentar encontrar soluciones que prioricen el bienestar de todos los miembros de la familia, sobre todo de los niños.
En todo momento, durante el proceso de divorcio, es fundamental que los padres prioricen a los menores, tomando decisiones que beneficien su bienestar emocional, físico y financiero a largo plazo.
¿Qué ocurre si uno de los cónyuges se niega a la venta de la casa familiar?
Cuando uno de los cónyuges se niega a la venta de la casa familiar en el contexto de un divorcio, la situación puede requerir intervención legal.
La parte que desea vender la casa familiar puede presentar una solicitud ante el tribunal para que ordene la venta del inmueble, respaldada por razones válidas y puede incluir argumentos relacionados con la necesidad de dividir los activos de manera equitativa en el proceso de divorcio.
El tribunal evaluará la situación y considerará la posición de cada cónyuge, así como cualquier impacto que la venta de la casa pueda tener en ellos y en los hijos menores. Basándose en la evidencia presentada y en las leyes aplicables, el tribunal tomará una decisión sobre si ordenar la venta del inmueble.
En caso de que el tribunal determine que la venta de la casa es necesaria y no se llegue a un acuerdo entre los cónyuges, este puede ordenar una subasta pública para la venta del inmueble. En caso de que uno de los cónyuges continúe negándose a cumplir con la orden del tribunal de vender la casa familiar, podría enfrentar consecuencias legales por desacato. Esto podría incluir multas y sanciones adicionales.
¿Qué es la división de la cosa común?
Se trata del proceso mediante el cual se dividen las propiedades entre los cónyuges en caso de divorcio. Esto puede implicar la venta del inmueble y la división de las ganancias, o que uno de los cónyuges opte por quedarse con la casa y compensar al otro cónyuge con otros activos de valor equivalente.
En resumen, la venta de un piso por divorcio puede ser un proceso complejo y emocionalmente duro. Es importante contar con el asesoramiento adecuado y entender los derechos y responsabilidades de cada miembro de la pareja según el código civil y el régimen económico matrimonial aplicable. Una agencia inmobiliaria con experiencia en casos de divorcio puede proporcionar orientación y apoyo durante este proceso.